En su feroz campaña contra la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela, la OEA, en su triste condición de herramienta de la política exterior de los EEUU, extrae del arcón más arcaico del sometimiento y la opresión de nuestra región: el “Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca”.
Se trata de un texto del tiempo de la guerra fría cuando desde Washington se sumaba a nuestros países contra una supuesta amenaza “extracontinental” del “comunismo internacional”. Su aplicación siempre devino en intervenciones militares, golpes de Estado, instalación de dictaduras y toda clase de prácticas injerencistas.
Justamente la OEA lo revive un 11 de setiembre como celebrando el criminal golpe de los EEUU, la ITT y Pinochet contra el presidente Salvador Allende.
Hoy en la mira imperialista está Venezuela y con ella el reforzado acoso contra Cuba y Nicaragua.
Repudiamos de manera explícita este nuevo intento de legitimar una mayor agresión contra la tierra de Bolívar y Chávez y nos solidarizamos con el heroico pueblo venezolano, que por sobre traiciones y autoproclamaciones se levanta combativo, a pesar de las dificultades generadas por la guerra no convencional que soporta, en defensa de su soberanía y dignidad nacional.
Y condenamos que, como parte de su degradación política, el gobierno de Mauricio Macri y todos los del “grupo de Lima” se sumen a Donald Trump en su estrategia apuntada a hacerse del control de los recursos latinoamericanos para ponerlos al servicio de los monopolios transnacionales.
Proponemos que el próximo gobierno argentino denuncie el TIAR, se retire del Grupo de Lima, se sume al Mecanismo de Montevideo promovido por México y Uruguay y retome la línea de la unidad latinoamericana y caribeña.
Secretariado Nacional
Partido Comunista.
Oficina de Prensa.