En su feroz campaña contra la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela, la OEA, en su triste condición de herramienta de la política exterior de los EEUU, extrae del arcón más arcaico del sometimiento y la opresión de nuestra región: el “Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca”.

En el agro argentino, como en el resto de las relaciones de producción que rigen la economía de nuestro país, tienen plena vigencia las leyes del sistema capitalista en su faceta neoliberal, neocolonial.  Y con las políticas aplicadas por el Macrismo, se ha producido una nueva etapa de agudización de la expulsión que viene de los últimos 25 o 30 años, de agricultores familiares, pequeños productores, campesinos y pueblos originarios de sus tierras.

Después de la fenomenal victoria popular del 11 de agosto, que implica un gigantesco pronunciamiento contra las políticas neoliberales del macrismo como representante de las corporaciones financieras, agroexportadoras y mediáticas, nacionales y extranjeras y el FMI, se ha desatado una profunda crisis que, de ser económica y social, ha pasado a ser de carácter político, donde los que gobiernan han sido desautorizados y perdido toda legitimidad y quienes resultan vencedores no pueden, ni deben, hacerse cargo anticipadamente de los desastres producidos.

Se encuentra en circulación por las redes sociales una convocatoria para el 24 de agosto próximo a un seminario en la ciudad de Rosario, convocado por “comunistas”.

Después de su derrota electoral en las PASO, tanto el gobierno como los poderes económicos y financieros que representa, han descerrajado sobre la población un zarpazo devaluador – especulador y depredatorio que termina por hundir el salario de los trabajadores y jubilados, incrementar los precios de los productos básicos y darle un golpe fatal a las pymes.