El actual Gobierno, en nombre de superar la “pesada herencia”, ha beneficiado en forma descomunal a los capitales financieros especulativos, a los bancos, petroleras y agro-negocios, así como a sus amigos, socios y personeros, en detrimento de amplias mayorías de los argentinos, incluyendo a gran parte de las capas medias que lo apoyaron con su voto.
En menos de cuatro años, el macrismo nos deja un país agobiado por una deuda irracional, la quiebra masiva de empresas, el desempleo, el flagelo del hambre, el drama de jubilados y pensionados, el acoso a la educación pública, a las universidades y a los sistemas científico-técnicos; además de plena sumisión a los dictados del señor Trump. Implementan, sin reparos, la política que EEUU viene imponiendo en la región. Y van por más: pretenden avanzar contra los trabajadores y los jubilados presentes y futuros con las reformas a las leyes laborales y previsionales, como está ocurriendo ahora mismo en Brasil, Chile y otros países. Es lógico, entonces, que exista tanto apoyo a Macri desde Washington y el FMI.
El Frente de Todos plantea enfrentar esta situación. Y desde el ejercicio del gobierno se propone priorizar la producción nacional, la creación de empleos, el valor del salario, la función de las pymes y el rol del Estado en la generación de una economía con justicia social. Será necesario adoptar medidas para desarticular los mecanismos de espionaje y represión a quienes se oponen y resisten. Y poner inmediatamente en libertad a los presos políticos.
Y por supuesto avanzar en la necesaria reconstrucción de la unidad e integración de América Latina y el Caribe desde una política exterior independiente y soberana.
Ello reclama librar la lucha tanto en las calles como en las urnas. La opción es muy fuerte y clara. Y ante las Paso del próximo domingo 11, es necesario salir a militar cuerpo a cuerpo el triunfo aplastante frente a la derecha macrista.
Cuatro años más de ajustes, entrega y represión o un voto unido al Frente de Todos para recuperarnos como clase trabajadora, como pueblo y como país.
Por eso proponemos declarar una emergencia social, laboral, alimentaria y habitacional, priorizando las necesidades más urgentes de la población antes que los pagos de los intereses usurarios del FMI o los acuerdos antinacionales con los EEUU o la Unión Europea.
Esas deudas no son limpias. Tanto el gobierno como el Fondo Monetario actuaron ilegalmente por lo que todo debe ser investigado.
El Frente de Todos es la herramienta necesaria para derrotar al macrismo y no sólo para hacerle cosquillas con propuestas sectarias y divisionistas. Para enfrentar el fraude que se prepara y para abrir una nueva esperanza popular.
Y lo será después si se ganan las elecciones, para sostener los cambios frente a las amenazas de la oligarquía y el imperialismo, de los medios concentrados y del aparato judicial, a los que habrá que poner en su lugar limitando su actual poder destructivo.
El Partido Comunista pone sus candidatos y militancia al servicio de estas tareas. Llamamos a organizar la fiscalización para que no nos roben un solo voto.
Llamamos a votar con ofensiva y convicción, desde las Paso en adelante, al Frente de Todos y a la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.