La sentencia del tribunal de Tucumán que absolvió a todos los acusados de secuestro y trata de persona en el caso de Marita Verón, además de la indignación por la falta de justicia, revela el nivel de corrupción que se ampara en el sistema judicial.
Es de práctica la connivencia de jueces, policías, abogados y medios de información de masas en el ocultamiento de las verdaderas raíces de la impunidad, de la protección a mafias y corporaciones. Es necesaria una nueva Constitución y Código Penal que corrijan y superen la concepción que solo defiende la propiedad privada y no asegura los derechos humanos.
Justicia por Marita Veron y por todas las víctimas de trata.