La represión social y el recorte de las más elementales libertades democráticas que hoy tienen lugar en Jujuy no son hechos nuevos: han ido escalando aceleradamente en los últimos años de la mano de los sucesivos gobiernos de Gerardo Morales.
La provincia que durante el macrismo sirvió como laboratorio para la consolidación del lawfare y para la radicalización de la derecha. que fue elegida por el imperialismo yanqui como cuartel de operaciones para ultimar detalles previos al golpe de Estado racista en Bolivia en 2019, es hoy presentada en la plataforma de campaña electoral del “ala moderada“ de Juntos por el Cambio como un modelo a seguir para la Argentina.
A 68 años del bombardeo criminal a la Plaza de Mayo y en vísperas de los 40 años del fin de la última dictadura cívico-militar, se vuelve indispensable ejercitar la memoria para ponerles fin a la intolerancia y a la violencia proto-fascistas que en el actual contexto de crisis vuelven a emerger con fuerza.
Con presxs políticxs no podremos tener nunca una democracia real y para alcanzar una democracia plena tampoco pueden emularse las prácticas represivas del régimen jujeño, como por ejemplo sucediera semanas atrás en Salta con la repudiable represión de la policía provincial contra las protestas docentes.
Por el contrario, siguiendo el ejemplo heroico del pueblo jujeño y construyendo poder popular es como vamos a poder abrirle camino más temprano que tarde a una verdadera democracia en nuestro país, en la que todos los derechos sean para todxs.
Repudiamos la connivencia mafiosa entre el poder judicial y el gobierno de la provincia de Jujuy, repudiamos la represión y la criminalización de la protesta social que hoy tienen en Jujuy su principal caldo de cultivo.
Frente al silencio cómplice de los grandes medios de comunicación llamamos a amplificar desde todo el arco del campo popular la solidaridad con la lucha del pueblo jujeño y el reclamo por la defensa soberana de las reservas estratégicas de litio que existen en nuestra provincia norteña.
Pero, muy especialmente, esperamos en esta hora política decisiva, que puedan sumar su voz de repudio contra el gobierno antidemocrático de Gerardo Morales aquellos precandidatos presidenciales que dicen defender los intereses de nuestra patria y de nuestro pueblo, lo que debería significar siempre una sola misma causa.
¡Para Milagro la libertad, para Morales el repudio popular!
Hoy más que nunca.