En una entrevista realizada por Nuestra Propuesta, el Secretario General del Partido Comunista de Argentina, Víctor Kot, plantea la postura de los comunistas frente a la crisis sanitaria, social y económica que vive el país y el mundo.
En ese sentido, Kot remarcó que “es momento de afianzar lazos de organización popular y solidaridad colectiva para promover reformas políticas y económicas que atiendan las necesidades de los sectores más postergados y que consolide el protagonismo que la clase trabajadora está teniendo por estas horas en la lucha contra la pandemia y la desidia capitalista”.
¿Qué análisis hace el Partido Comunistas frente a la crisis sanitaria global desatada por el Covid-19?
Compartimos el análisis con todos los partidos comunistas de sudamérica, con quienes publicamos hace unos días un declaración conjunta. Pensamos que la pandemia está exponenciando, de manera brutal, la crisis del capitalismo. El coronavirus ha actuado como una suerte de catalizador de la crisis capitalista mundial, dando una clara muestra de que el capitalismo es el problema y no la solución a los problemas de la humanidad. Día a día va quedando en claro cómo el capitalismo desampara a millones de personas, con el solo pretexto de velar por los intereses económicos, en detrimento de la vida las personas. La pandemia pone al descubierto el drama del neoliberalismo como etapa actual del capitalismo. Las sociedades han quedado indefensas, con sistemas de salud devastados, con especulaciones para obtener ganancias máximas en tiempos de crisis. Frente a esto, urge suspender los pagos de la deuda y exigir la condonación de la misma, no solo en el contexto de la pandemia, sino para lo que vendrá el día después.
Sin embargo, pese a la gravedad de la situación, los países del capitalismo occidental parecen no tener en cuenta ni a su población ni a la de otros países…
Sí, es verdad. Pero es importante remarcar que frente a la desidia capitalista, en muchas partes del mundo se desarrolla un gran movimiento de solidaridad que se asienta en el trabajo de los trabajadores de la salud, de los trabajos esenciales en el sector de la producción y distribución de alimentos, pero también a escala internacional entre países, como Cuba, China y Rusia, que eligen romper los esquemas de relaciones internacionales impuestos por Estados Unidos y la Unión Europea, para llegar a cada rincón del mundo con médicos, científicos e insumos. En este marco, las tareas de solidaridad que los comunistas estamos desarrollando en todo el mundo es muy importante, se vincula con nuestro internacionalismo y al mismo tiempo expone la desidia del capitalismo neoliberal.
¿Qué otros factores se ponen en juego en esta crisis?
Muchos, pero por estas horas en América Latina se trata de la profundización de las agresiones de Estados Unidos contra los gobiernos populares de la región. Por ejemplo, mientras algunos Estados en América Latina buscan dar respuestas a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, Estados Unidos elige este momento para acelerar su política de agresión a Venezuela, con un despliegue militar a gran escala que se está efectuando por estas horas sobre las costas del Caribe y con el que el gobierno de Trump apunta generar una crisis interna en el país bolivariano, con el propósito de dar un golpe de Estado contra Maduro. Como si fuera poco, y ante el pedido internacional de muchos países, entre ellos la Argentina, Estados Unidos profundiza su política de bloqueo económico contra Venezuela y contra Cuba. En un contexto de pandemia global, con las características que asume el coronavirus, que muestra una rápida curva de crecimiento, esta política de los Estados Unidos es directamente genocida.
¿Qué análisis hace el Partido sobre la situación en Argentina?
El primer análisis es que aún al día de hoy resulta imposible mensurar el desastre que provocó el gobierno de Macri en la estructura del Estado nacional y, especialmente, en el sistema sanitario. Ahora, contra reloj, el gobierno del Frente de Todos está haciendo un trabajo enorme para poder generar mecanismos de respuestas frente a una situación de crisis sanitaria mundial que no estaba en los planes y que expone la política de saqueo de la derecha durante el gobierno de Cambiemos.
¿Qué análisis se realiza sobre las medidas adoptadas por el gobierno?
Apoyamos desde un primer momento la actitud y las medidas adoptadas por el gobierno del Frente de Todos ante la pandemia. También, insistimos en que estas medidas tienen que ser radicalizadas y profundizadas para asistir a los sectores más desposeídos, que aún sufren las consecuencias de la política criminal de la derecha durante el período 2015-2019. En el conurbano bonaerense y los conglomerados urbanos del interior del país, la problemática de la pandemia está acompañada por el Dengue y por el hambre. En este contexto, la postura del Partido Comunista es clara: la experiencia que estamos atravesando, tiene que servirnos para impulsar algunas medidas que permitan no solo enfrentar mejor al coronavirus, sino ir prefigurando el día después de la pandemia y enfrentar el desafío de construir otra sociedad en el camino al socialismo. Por ejemplo, entendemos que resulta central una mayor injerencia de lo público por sobre lo privado, profundizar la intervención estatal a favor del pueblo y contra la especulación que está en marcha y es generalizada.
La especulación está generando muchas dificultades en el día a día de la población ¿Qué hacer al respecto?
Ante los constantes y abusivos aumentos de precios en los productos alimentarios que estamos sufriendo en estos días, creemos que hay que seguir el ejemplo que se está dando en algunos municipios, donde gobiernos municipales y organizaciones sociales están coordinando el control de precios y la lucha contra el desabastecimiento, debe ser acompañado a nivel nacional con la implementación de la Ley de Abastecimiento, para garantizar el acceso a bienes de primera necesidad, sobre todo a los sectores más necesitados. Además, somos muy enfáticos en proponer la nacionalización del comercio exterior, que es otra de las medidas necesarias en el camino de asegurar la seguridad y la soberanía alimentaria. Por ejemplo, es necesaria la inmediata estatización de la empresa Vicentín. También proponemos que se decreten severas sanciones para aquellos empresarios que han despedido trabajadores en este marco, como es el caso de Techint.
Respecto a esto último ¿qué análisis se realiza sobre el accionar de los sectores de poder?
La actitud de los sectores de poder no es otra que la que puede esperarse en este contexto. Por un lado, con la especulación las grandes empresas provocan un aceleramiento de la inflación, aumentan los precios de alimentos y productos esenciales, y aprovechan la cuarentena para efectuar despidos y suspensiones. Nada nuevo, nada que a la experiencia de América Latina le parezca novedoso. Por el otro, Juntos por el Cambio, promueve cacerolazos cuando lo que hay que promover es la solidaridad. Frente a estas iniciativas miserables, los comunistas decimos y practicamos solidaridad y organización. Por ejemplo, los compañeros del MTL y de la Corriente Liberación han generado importantes iniciativas en conjunto con el resto del movimiento popular. En ese sentido, insistimos que la organización y la solidaridad son dos puntales claves para enfrentar esta crisis y prefigurar lo que vendrá.
Ante todo esto ¿qué escenario se está prefigurando en el país?
Los sectores del poder real ya comienzan a diagramar cómo será el mundo pos-pandemia, buscan asegurar sus privilegios, desarticular toda respuesta colectiva y solidaria fomentando el miedo al “otro” y el individualismo extremo, promoviendo aún más la mercantilización de las relaciones sociales, en definitiva, no ceder ninguna de sus prebendas, por el contrario, incrementarlas a través de más concentración económica y disciplinamiento social. Frente a esto, los comunistas advertimos que se debe evitar cualquier acción represiva y autoritaria por parte de las fuerzas de seguridad y avanzar en la derogación de la Ley antiterrorista y en la inmediata libertad a los presos políticas. Hoy la libertad de los presos políticos es más que nunca una cuestión política y humanitaria. De forma más amplia, creemos que es momento de afianzar lazos de organización popular y solidaridad colectiva para promover reformas políticas y económicas que atiendan las necesidades de los sectores más postergados y que consolide el protagonismo que la clase trabajadora está teniendo por estas horas en la lucha contra la pandemia y la desidia capitalista.