Al aproximarse la fecha del 24 de marzo, cuando todos los años nuestro pueblo supo ganar las calles y las plazas para condenar el golpe de Estado y los crímenes horrendos de la dictadura empresarial militar pro yanqui que se instaurara en 1976, el Partido Comunista de la Argentina, integrante del Frente de Todos, hace un llamado a incrementar los esfuerzos para que esa histórica jornada adquiera en el 2020, aun en las condiciones que nos impone la pandemia Covid-19, no solo la relevancia de siempre, sino que además sea la expresión actual de una voluntad nacional mayoritaria para profundizar el Nunca Más.
En esta hora de la Argentina, a poco de haber sido derrotados en las urnas los representantes políticos de los mismos monopolios imperialistas del complejo agroexportador, minero, financiero y sus socios locales que impusieron la dictadura, es necesario señalar que la condena a los genocidas de entonces, aun incompleta, lograda con las grandes y ejemplares luchas por los derechos humanos, todavía no alcanza para terminar de demostrar que aquellos jefes militares fueron el brazo armado de un bloque de poder que no solo permanece impune, sino que aun domina lo fundamental de la economía, las finanzas y la mediática del país, cuenta con respaldo electoral y conserva un peso notable en las instituciones de la República, siendo el Poder Judicial tan sólo un ejemplo de ello.
Nuestro pueblo ha demostrado que ese bloque es vulnerable, tanto por la crisis global de los centros capitalistas a los que responde, que hoy se reconfirma con su incapacidad para resolver la crisis sanitaria global; como por la condición minoritaria de sus componentes, y se le pueden infligir derrotas, como ha ocurrido en diversas batallas parciales, construyendo, con unidad, lucha y organización, correlaciones de fuerzas en las que logramos victorias notables.
Por ello, en el actual contexto, en que hemos podido vencer unidos electoralmente a las principales candidaturas del establishment, y estamos en una fase primaria de construcción de la fuerza político social que sea capaz de sostener un proyecto alternativo de liberación nacional y social, es preciso abrir un debate para dar un nuevo Nunca Más, esta vez contra el neoliberalismo, en tanto ideología del gran capital concentrado que aun domina.
Nunca como hoy rige aquello de que EL NEOLIBERALISMO MATA, porque todos podemos ver hoy con claridad como los monopolios y sus representantes políticos, como Donald Trump y Boris Johnson entre otros, anteponen insensiblemente sus ganancias a las soluciones sociales necesarias para asegurar la salud de los pueblos.
La aparición del virus COVID-19 y su rápida expansión por el mundo, donde ya abarca a más de 150 países, alcanzando la categoría de Pandemia, exige que como sociedad seamos muy respetuosos de las normas dictadas y de la cuarentena establecida.
En circunstancias como esta, lxs comunistas no podemos menos que recordar y valorar las palabras del Comandante Fidel Castro sobre los peligros que enfrenta la humanidad bajo las lógicas del sistema
capitalista, cuando en la Conferencia de la ONU en Rio de Janeiro en 1992 denuncio que: “una especie está en peligro: la especie humana”.
Estas palabras adquieren plena vigencia en estos días de emergencia mundial.
Mientras el imperialismo estadounidense, lanzado a una guerra hibrida mundial, atemoriza, despliega tropas, extorsiona para apropiarse de posibles vacunas, en síntesis, agrede a los pueblos del mundo, Cuba y China muestran un camino de solidaridad e internacionalismo humanista que es ejemplo, es digno de emular y demuestra cual es el camino a seguir.
En nuestra Patria son necesarias, además de las medidas que bien se adoptan ante la pandemia, atender con rigor las enfermedades que afectan a los sectores en los cuales domina la pobreza, como el dengue, sica y chicungunga.
Por eso insistimos en la importancia y la necesidad de restablecer en nuestro país un sistema de salud público, de calidad y acceso universal.
El neoliberalismo no es solo un proyecto de dominación económica. Es un plan integral de centralización de la riqueza y el poder que presta especial atención al control de la subjetividad social, apuntando a esterilizar y dividir los sectores populares utilizando la mentira o estableciendo falsos ejes de discusión.
Como contrapartida, corresponde ubicarnos desde un moderno concepto integral de los derechos humanos, que incluye los aspectos económicos, sociales y culturales, hoy afectados por la odiosa deuda externa que, sin vacilaciones, debe ser profundamente investigada. Las duras circunstancias por las que está atravesando la Humanidad están demandando que esas millonarias cifras de dinero no vayan a las gordas arcas de los poderosos, sino que sean utilizadas para salvaguardar la salud y la vida de millones de personas.
Nunca más neoliberalismo implica también combatir el inaceptable grado de concentración mediática que sufrimos y que no debe ser tolerado.
Siempre señalamos que resulta necesario unificar “como la plata a las raíces de Los Andes” la lucha por los derechos humanos con el antimperialismo, no por un capricho ideológico, y no sólo porque la Doctrina de Seguridad Nacional y otras surgieron de los oscuros recintos del Pentágono yanqui, sino porque los delitos de lesa humanidad fueron cometidos para aniquilar a lo más dinámico del conjunto social a fin de impedir la resistencia y probable derrota de sus planes de someternos a la dependencia, por ejemplo, con el dogal de la deuda externa que vuelve ahora a condicionarnos.
Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner resultó clave la política de unidad latinoamericana y caribeña para confrontar los designios de los EEUU y el FMI en nuestra región. Por algo pusieron tanto énfasis en destruir la UNASUR, domesticar al Mercosur, y pretenden hacerlo con la CELAC. Y crearon opacos entes subalternos del imperio, como el Grupo de Lima, o Prosur, regimentados desde Washington, cuando ni siquiera pudieron manipular completamente la OEA aun con Luis Almagro como Secretario General en contra de la Venezuela Bolivariana, la Nicaragua Sandinista y la Revolución Cubana.
La lucha por los derechos humanos en Argentina es la misma que se libra contra los crímenes cotidianos de la narco-oligarquía colombiana, o contra la ferocidad represiva de los carabineros del
neopinochetismo chileno. O contra el golpismo promovido desde Washington y que, con diverso formato, hoy azota a Brasil, Bolivia, Honduras, Paraguay, El Salvador y otros países hermanos. Y contra el lawfare, es decir el uso antojadizo en todo el continente de los tribunales y las leyes, para atacar gobiernos populares, o para apresar o intentar desprestigiar a dirigentes y militantes populares como parte de la guerra híbrida de amplio espectro con que se ataca a nuestros pueblos.
En nuestro país, la parte judicial del bloque de la antipatria y el antipueblo aún mantiene en prisión a la compañera Milagro Sala y a los compañeros Amado Boudou, Luis Delia y Julio De Vido, entre otros, por los que exigimos la inmediata libertad.
En la Argentina de hoy, que brega por recuperarse y ponerse de pie, es necesario terminar con la afrenta de que aun haya presos políticos y que aun persistan sectores, particularmente orientados desde LA NACION y otros, que profesan el negacionismo del terrorismo de Estado.
Con el genocidio y el negacionismo no existe conciliación posible.
Por ello nos sumamos este 24 de marzo de 2020 al reclamo por
*la libertad de todxs los presxs políticxs,
*la derogación de la ley antiterrorista,
*liquidación de los cuerpos de inteligencia antidemocráticos y demás presos políticos, asilados y exiliados de América Latina.
*Por la libertad y repatriación de Jones Huala y Facundo Molares, por la libertad de Jorge Glas, Simón Trinidad, Patricia Hermosa y de todos lxs presxs políticxs, asiladxs y exiliadxs de América Latina.
*investigación de la deuda exterior y de la fuga de capitales, antes de cualquier pago de capital e intereses y revisión general del tema ante la situación creada por la pandemia.
*Reincorporación de lxs trabajadorxs cesanteados por las políticas de ajuste neoliberal.
Participamos del Frente de Todxs y nos sentimos parte del nuevo gobierno nacional, impulsando el protagonismo popular en defensa de la educación y la salud públicas, gratuitas y de calidad; de las políticas de bienestar y desarrollo social, con derecho a la tierra, techo y trabajo, priorizando a los que menos tienen; del impulso al desarrollo científico y tecnológico independiente; de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo y de la educación sexual integral; de una política exterior soberana, latinoamericanista, de paz y respeto al multilateralismo y el derecho internacional.
Desde nuestros 102 años de existencia como fuerza revolucionaria que mostró coherencia en la lucha contra este sistema inhumano y que sigue trabajando por la Unidad como estrategia para derrotar este sistema, hacemos un llamado a todas las fuerzas del campo popular, democrático, nacional, a expresarnos de todas las maneras posibles en la emergencia, unificada y combativamente, el próximo 24 de marzo junto a los organismos de derechos humanos y muy particularmente a la militancia del Partido y la Federación Juvenil Comunista a redoblar los esfuerzos para que en todo el país y más allá, resuene el grito de
¡¡¡Nunca Más dictadura y Nunca Más neoliberalismo!!!
Secretariado Nacional del Partido Comunista, 21 de marzo de 2020.