El jueves 13 de Noviembre a partir de las 19.00hs. se lanzó, en el marco del CEFMA, la Cátedra Cultural “Armando Tejada Gómez”. El evento tuvo lugar en el Centro Cultural La Toma de la ciudad de Rosario, donde asistieron cerca de cincuenta personas. Se contó con la presencia de Gloriana Tejada, hija de Tejada y presidenta del Centro Cultural Armando Tejada Gómez, quien caracterizó y situó con claridad la figura de su padre en las transformaciones estéticas y políticas a las que asistía la canción popular a partir de mediados de siglo. Fue acompañada en la charla por Ariel Mamani, historiador, docente e investigador de la Universidad Nacional de Rosario, quien se explayó en las nuevas fronteras políticas, sociales y estéticas del Nuevo Cancionero a través de la figura de Tejada.
Esta charla fue acompañada por recitados de poemas a cargo de Julia Logiodice, politóloga, directora de teatro e investigadora del teatro independiente de la ciudad de Rosario. También se lucieron con música en vivo, rememorando canciones de Tejada Eric Morales con el conjunto Ayem Nohuet, Facundo y Ramiro Salazar, el conjunto La Calada y, finalmente, Alexia Massholder, Guiller Franco y Maxi Pintos quienes cerraron el evento.
¿Por qué Tejada? La figura de Tejada sintetiza la poesía y el compromiso, lo estético y lo político, comunista que expresó en gesto y palabra los dolores y alegrías de la tierra y su pueblo trabajador y que aún hoy nos interpela esa palabra viva.
Poner de manifiesto a los que tuvieron la voluntad de llevar la palabra del pueblo, nombrando las cosas simples en su esencia, generando y resignificando los sentimientos del pueblo con una acción artística y militante, uniendo regiones e identidades, compartiendo y convidando el grito contra el silencio, la lucha contra el olvido, la fraternidad contra la egoísmo e individualismo. Siempre retratando al hombre desde su lugar, desde lo cotidiano, respetando su idiosincrasia y reflejando su situación en el contexto que vive, desterrando el ideal paisajístico y pintoresco que invadía el canto y la música de aquel momento. Por eso rescatar al movimiento del nuevo cancionero es una acción militante más que un recordatorio. Es mantener viva la sangre del pueblo, dar cuenta y darnos cuenta de nuestro árbol social.