Declaración del Partido Comunista
Si algo faltaba para desmentir a aquellos que consideran que el imperialismo no existe, alcanzaría con el fallo de la Corte Suprema de los EE.UU., que otorga legitimidad a los fondos buitre tal como antes lo hicieran los tribunales yanquis de primera y segunda instancia, en nombre de los poderosos intereses que representan.
El Fondo NML del Sr. Paul Singer, que compró bonos por 48 millones de dólares y pretende cobrar 1.500 y generar una amenaza contra nuestras reservas -hoy la punta de lanza en contra del futuro independiente de los argentinos- es parte del núcleo central del capitalismo superconcentrado que tiene como nave insignia un sistema financiero usurario y delincuencial, dueño de cuotas de poder que lo tornan hegemónico en el entramado de dominación de los EE.UU.
Pretenden ahogar económicamente a la Argentina para restablecer sobre ella el proyecto neoliberal y someternos una vez más al dictado de los mercados especulativos que tanta miseria y dolor nos produjeran.
Esta crisis es al mismo tiempo una oportunidad para definir una firme política de confrontación contra esa minúscula élite de poder global que hoy arremete contra nuestro país, pero que ya no es todopoderosa, en este tiempo de debilitamiento del dominio unipolar de los EE.UU. y de generación de nuevos bloques de poder en el mundo.
Justamente establecer una política de ruptura con el aparato financiero imperialista respaldando a nuestro país en la Unasur, fortaleciendo la iniciativa del Banco del Sur, y en la invitación formulada por el grupo Brics, que ha creado un fondo de desarrollo y fomento, así como en las resoluciones del G77 + China, constituye uno de los pilares de una estrategia a seguir. Es preciso contribuir a las propuestas que buscan instalar el abandono del dólar como moneda para las transacciones internacionales.
Esa ruptura, aunque tardía, es posible con una convocatoria a la conformación de un gran frente unido por la independencia nacional, que pueda respaldar una gran movilización popular de carácter patriótico y democrático. Son varias las medidas económicas y financieras que podrían adoptarse para enfrentar este ataque, equivalente a la usurpación y militarización de nuestras Islas Malvinas, pero es necesario tener conciencia de que se trata de una cuestión política, que demanda determinaciones políticas de fondo, porque vuelve a plantearse, ahora como una encrucijada de hierro, la contradicción entre una profundización de los cambios apuntados a fortalecer el empleo, el salario, las asignaciones sociales y el mercado interno en general y la sustitución de importaciones, así como una política de soberanía e integración regional, o un retorno trágico a las políticas de ajuste, de recortes en salud, educación y vivienda, desempleo, hambre y miseria que ya conocimos.
Con esos respaldos, donde el empoderamiento del pueblo argentino es una tarea crucial, se puede cambiar la sede de pagos, denunciar la jurisdicción neoyorquina, repatriar las reservas depositadas en bancos del exterior, declarar ilegítimas las pretensiones usurarias, así como otras medidas en el mismo sentido.
Durante el actual proceso político se ordenó la deuda exterior, se pactó con el 92 por ciento de los acreedores, con Repsol y con el Club de París. Y aun a pesar de todas esas concesiones llega este nefasto fallo a todas luces inaceptable.
“Así paga el diablo” dijo una vez el General Perón.
- Es necesario y posible plantarse frente al imperialismo.
- Es preciso terminar con la lacra financiera internacional.
- ¡Patria sí, Colonia no!