La despedida a Micaela, de cariño, de amor y de bronca pero también profundamente política

Con el feminicidio de Micaela se ha levantado una vez más la movilización y lucha de las mujeres y del movimiento popular en todo el país, al mismo tiempo que el reclamo por desapariciones y muertes que aún no están resueltas por la justicia. Este asesinato lo sentimos claramente como un atentado al avance del movimiento de mujeres en la región.

Por otro lado  la quita de la intervención del Estado en políticas sociales y en materia de garantía de derechos civiles, produce una cada vez mayor vulnerabilidad en mujeres y niñas y en el colectivo LGTBI, en particular a las travestis, que por su clase y su género se ven sometidxs a todo tipo de violencias. También recrudece la represión y como parte del plan represivo vienen a imponer el disciplinamiento a los cuerpos.

La violación y asesinato de Micaela muestra a las claras que estamos ante un hecho de feminicidio, término que debemos acuñar para poder abordar la integralidad del problema porque no solo se trata de un feminicidio perpetrado por un varón que ejerce violencia de género, sino de un conjunto de delitos contra mujeres que llegan hasta el crimen, en donde el Estado es coautor responsable por acción u omisión de la masacre a la que estamos siendo sometidas.

También intentan hacer de la solidaridad y empatía con Micaela por parte de nuestro pueblo un motivo para justificar mano dura, nada de eso son parte de las banderas de las feministas y del movimiento de mujeres de quien también es importante decirlo Micaela formaba parte. Este asesinato es producto de las inseguridades de las que no se habla, que es la inseguridad que viven las mujeres, sobre todo las mujeres pobres.

Nuestra lucha apunta a una transformación verdadera que eche por tierra la dominación del heteropatriarcado que se retroalimenta del capitalismo y los comanda el Imperialismo, como formas de ejercer su poder y colonización.

El responsable principal es el proyecto hegemónico en nuestro territorio, representado por el Gobierno Ceo imperialista  y todos los resortes del Estado que llegan a someter bajo su lógica despiadada de control y pérdida de principios democráticos.

#NiUnaMenos, es batallar contra el proyecto y el gobierno pro imperialista y avanzar en mayor organización, y unidad del movimiento popular asumiendo las mujeres nuestro rol transformador.

Hoy la unidad y la movilización popular se expresa en el acompañamiento al movimiento Evita, la organización que Micaela eligió para construir un mundo distinto como así también la lucha contra la violencia patriarcal y la defensa irrestricta de los Derechos Humanos. Recordamos su compromiso asumido hasta sus últimos días, como el 24 de marzo pasado que estuvo al frente de su organización movilizándose por Memoria, Verdad y justicia.

Por eso hoy somos parte de la despedida popular de cariño, amor y de bronca pero también profundamente política, que nos compromete a asumir los sueños de Mica como propios y a partir de eso seguir peleando contra la derecha y el patriarcado en nuestro  país y la región.

¡El Estado es responsable!

¡Vivas nos queremos!

Solana López
Secretaria de Género del Partido Comunista – 11/04/17

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