El empecinamiento de los dirigentes que elaboran y dirigen la política de Estados Unidos en sostener el statu quo de un mundo unipolar, intentando detener el advenimiento del multipolarismo, está poniendo a la humanidad al borde de la extinción al decidir el aterrizaje en Taiwán de la nave que transportaba a la presidenta de la cámara de representantes, Nancy Pelosi.
Los Estados Unidos violan una vez más los acuerdos surgidos en el marco de la Organización de Naciones Unidas. Desconoce la resolución 2758 de ese organismo del año 1971 por la cual se reconocía a la República Popular China como único representante de la nación China.
Asimismo, con la visita de la tercera autoridad en importancia en la nación norteamericana a la isla de Taiwán, los Estados Unidos desconocen lo acordado el 1 de enero de 1979 cuando ambos países decidieron reanudar las relaciones diplomáticas, es decir la existencia de “una sola China”.
Es muy grave la provocación ocurrida, confirma la agresividad del imperio anglosajón en franca decadencia y tiene que ser un llamado de atención a todos los gobiernos y pueblos del mundo para que reacciones oponiéndonos a estas provocaciones que nos pone frente a la posibilidad de la desaparición como especie.
Ya no es posible tolerar que un país imponga las condiciones al resto en base a la prepotencia. Es momento que la comunidad internacional ponga un freno a esta élite globalista financiera que con tal de seguir comandando el mundo destruya las civilizaciones y los pueblos, inclusive los propios como hoy vemos en los países centrales de Occidente.
Llamamos a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales de nuestro país a pronunciarse en contra de este nuevo atropello al derecho internacional y la paz mundial.
Solamente con colaboración y solidaridad encontraremos solución a los problemas comunes que hoy enfrenta la humanidad, no con provocaciones e incitación a la violencia.