En su plan por desestabilizar los procesos progresistas del continente, el imperialismo y sus aliados locales no descansan.
Consumado el Golpe fascista contra Lugo en Paraguay, se lanzan llenos de furia contra el gobierno popular de Evo Morales en Bolivia. Lo que fue presentado en un principio como un reclamo económico-gremial de la policía se ha transformado, como viene sucediendo en distintos países de nuestra región, en una verdadera escalada de innegable corte desestabilizador y golpista.
Ahora buscan producir movilizaciones y tomas de objetivos estratégicos en La Paz, mientras intentan agrupar a todo el arco opositor y desestabilizador.
Urge organizar en nuestro país y en toda la región el rechazo a estos planes golpistas. El MERCOSUR reunido en Mendoza y la UNASUR deben tomar medidas enérgicas e inmediatas.
Con Franco en Paraguay y la derecha en Bolivia, podría unirse la frontera agrícola paraguaya con las explotaciones sojeras del oriente boliviano, abriendo la posibilidad de que la producción sea trasladada para su exportación a través de la ruta del Transchaco que une Santa Cruz con Asunción. Esto, en los hechos, conformaría una suerte de “República Sudamericana de la Soja” que, entre otras cosas, comprometería aun más la soberanía alimentaria tanto de Bolivia como de Paraguay.
El movimiento popular de todo nuestro país, particularmente el de la zona fronteriza, debe convocarse de inmediato para la defensa del gobierno de Evo Morales.
Combatamos todo espíritu de expectativa y comodidad, pronunciándonos y movilizándonos para frustrar, como ya hemos hecho en otras oportunidades, este nuevo intento golpista en Bolivia.
Patricio Echegaray
Secretario General del Partido Comunista de la Argentina