Declaración del PC
El 24 de marzo el Partido Comunista y la Federación Juvenil Comunista se movilizan en todo el país
A lo largo de casi tres décadas la movilización popular del 24 de marzo se ha constituido en uno de los mayores símbolos populares de lucha por memoria, verdad y justicia, contra el terrorismo de Estado y por la defensa y ampliación de los espacios democráticos para el campo popular, logrando avanzar en la reconstrucción de la memoria histórica. Miles de víctimas de aquella afrenta contra la humanidad pudieron sentar en el banquillo de los acusados a los responsables de poner en práctica la represión contra mujeres, niños, jóvenes, trabajadores y trabajadoras que luchaban por una patria con soberanía y justicia social.
En esta oportunidad el pueblo argentino puede celebrar que, apoyado en la movilización de masas y el esfuerzo de importantes movimientos de derechos humanos, y aprovechando la anulación de las leyes de impunidad por el gobierno de Néstor Kirchner, ha logrado llevar a juicio y condenar a decenas de criminales del terrorismo de Estado, entre ellos a los principales referentes de la dictadura militar, como Videla, Bignone, Riveros y otros.
Al mismo tiempo este 24 de marzo nos sorprende dando pasos en la denuncia y el esclarecimiento de la responsabilidad del poder económico concentrado de carácter imperialista que fuera promotor e inspirador de la dictadura y el terrorismo de Estado, con su secuela de crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo argentino y en su nefasta coordinación con las dictaduras de la región a través de siniestros operativos como el llamado Cóndor, que atentaron también contra los pueblos hermanos del Cono Sur.
Esta movilización implica por lo tanto el compromiso de perseverar en esta lucha reclamando la aceleración de los juicios y al mismo tiempo la urgente derogación de la recientemente sancionada Ley Antiterrorista. Haber sancionado esta ley bajo indisimuladas presiones del GAFI es una concesión negativa y peligrosa al poder real en nuestro país y a su principal componente, el imperialismo norteamericano.
El poder económico que perpetró el genocidio y que continua expoliando nuestra economía, que destruye el medio ambiente y saquea nuestros recursos naturales, como agua, oro, tierra o petróleo, busca preservar sus intereses.
Es el mismo poder económico que está detrás de la sanción de la mencionada ley y que junto a la complicidad de la corporación judicial sigue entorpeciendo el avance de los juicios al terrorismo de Estado. Ellos son parte constitutiva de esa política. Los empresarios de Ford. Mercedes Benz, Acindar, Ledesma, entre otros, son más que la pata civil de la dictadura.
El Partido Comunista, que viene impulsando la lucha por la verdad y la justicia y que en el último período ha logrado actuar como querellante en los juicios contra los genocidas, batallando por poner fin a la impunidad y en particular ha presentado un proyecto de ley solicitando la derogación de la 26764, pues está convencido de su carácter atentatorio en contra de los sectores populares y su capacidad de movilización y organización.
Leyes como ésta no contribuyen a mantener, y mucho menos a profundizar, una línea planteada por Néstor Kirchner en 2003. Mantener esa dirección y avanzar en ella, como lo necesita nuestro pueblo, significa:
- Juicio y castigo para todos los responsables, cómplices y beneficiarios políticos y económicos de la dictadura
- Derogación de la ley antiterrorista del imperialismo
- Distribución de la riqueza y fin de la impunidad
- Fuera ingleses de Malvinas, fuera yanquis de América Latina.